Galletas fáciles y rápidas de avellanas

Estas riquísimas galletas de avellanas son súper fáciles de hacer y deliciosas. La receta es adaptada de la receta básica de galletas 1, 2, 3 que les compartí hace poco, les dejo el enlace a ellas aquí. La idea es mostrar cómo con un par de modificaciones podemos lograr una receta con sabor diferente pero igual con una rica textura y sabor.

Detalles a tener en cuenta:

Siguiendo un par de instrucciones sencillas, obtendremos unas ricas galletas en poco tiempo. La masa toma unos 10 minutos, y el horneado unos 15. Es decir en media hora ya están listas estas deliciosas galletitas de avellanas.

Lo primero que les comento es que la avellana la compré ya molida. Pero si tienen avellanas enteras las pueden moler en el procesador de alimentos o en la licuadora. Eso sí, procuren no procesarlas demasiado porque por sus grasas naturales podrían convertirse en una pasta. Es decir: si tienen la posibilidad de comprarlas ya molidas, es más sencillo.

Las avellanas molidas las usaremos como parte de la harina de la receta. Las combinaremos entonces con harina de trigo de todo uso sin preparar. Estas galletas no requieren polvos de hornear. Adicional, a las avellanas con la harina le agregaremos un toque de canela y de sal. La canela combina muy bien con las avellanas, pero si no les gusta en absoluto la pueden omitir. La sal la agrego porque me gusta controlar la cantidad de la receta, pero podrían usar mantequilla con sal si así lo prefieren y omitir la sal acá.

El sabor de las galletas vendrá dado por las avellanas, la canela y también por la mantequilla, debido a la cantidad que se utiliza. Por lo tanto es bueno que escojan una mantequilla de buena calidad, que aporte buen sabor. Podrían usar otro tipo de materia grasa sólida, como manteca o margarina, pero teniendo en cuenta que cada una tiene su propio sabor particular.

La mantequilla o materia grasa que se escoja debe cremarse a velocidad media alta por unos 5 minutos con el azúcar de la receta. En esta ocasión escogí combinar azúcar blanco y moreno para estas galletas. En otras recetas ya les he comentado que me gusta el sabor y el color que aporta el azúcar moreno, y en este caso no fue la excepción. Usé mayor proporción de azúcar blanco para que las galletas resultaran crujientes. Si les gustan las galletas suaves podrían usar mayor proporción de azúcar moreno. Es cuestión de experimentar y practicar, tomando en cuenta que la cantidad total de azúcar de la receta son 150g o tres cuartos de taza.

Si bien he usado una batidora de pedestal para hacer estas galletas, se pueden hacer perfectamente con batidora eléctrica de mano o sin máquina de ningún tipo. Evidentemente si se hace a mano, habrá que batir enérgicamente la mantequilla y los azúcares para cremarlos bien y puede que tarde más tiempo. En general en estos casos es mejor guiarse por la textura que debe tener la mezcla en lugar del tiempo indicado. La mezcla de mantequilla y azúcares debe verse cremosa, esponjosa y la mantequilla habrá cambiado de color. Se verá más pálida, aunque por el uso del azúcar moreno es probable que el color varíe.

La masa de galletas es tan fácil de hacer, que luego de cremar la mantequilla y los azúcares solo queda incorporar los ingredientes secos. La idea es incorporarlos a velocidad baja para no activar demasiado el gluten de la harina, pero por hacerlo así, a veces no se integran completamente con la máquina. En lugar de seguir batiendo y batiendo hasta que se incorporen, podemos parar la máquina y con las manos limpias terminar de incorporar. No hay que amasar, solo integrar y apenas tengamos una bola de masa homogénea hemos terminado.

La masa es suave y podría sentirse que se pega un poco en las manos, pero se retira fácilmente. Ahora solo queda porcionar y hornear las galletas. Yo me ayudo con una cucharilla para helados de 4cm de diámetro y con esta herramienta obtengo 28 galletas más una más pequeña. Si las quieren hacer por peso, paa obtener la misma cantidad cada bolita de masa debe pesar unos 32g aproximadamente. Luego se van colocando las bolitas de masa sobre una bandeja preparada con papel de horno o engrasada, dejando espacio entre cada porción, ya que aunque las galletas no se esparcen demasiado, sí que crecen algo durante el horneado.

Con 15 minutos de horneado a 180°C o 350°F en mi horno obtengo unas galletas crujientes por fuera, con apenas algo de color en el borde, que se deshancen en la boca al morderlas. Dependerá del gusto del consumidor si se dejar hornear por más tiempo o se deja que tomen más color. Quizá la primera vez que las hagan pueden hornear una o dos en la primera ronda, para decidir si el tiempo de horneado indicado les agrada para el resultado final.

Y ahora, la receta:

Y ya tendremos listas estas deliciosas y fáciles galletas de avellanas. Yo escogí comerlas así tal cual, pero si lo desean pueden decorar con glaseado o con chocolate derretido. Una vez estén completamente frías se guardan en un recipiente hermético y se conservan de 3 a 4 días a temperatura ambiente, en la sombra.

La masa puede mantenerse en el refrigerador hasta 3 días y se puede congelar hasta 3 meses. Con la masa refrigerada es posible estirarla y usar cortadores para darle formas diferentes.

Espero que les haya gustado la receta.

Si preparan esta deliciosa receta de galletas de avellanas me encantará saberlo y ver sus fotos. Me las pueden hacer llegar vía Instagram o facebook a @poramoralhorno.

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Muchísimas gracias por leer hasta acá y nos vemos en la próxima receta.

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