Se colocan las claras y el azúcar en un recipiente resistente al calor y se llevan a baño maría.
Se calientan las claras removiendo constantemente con una espátula o batidor de varillas hasta que toda el azúcar se disuelva.
Sabemos que está listo cuando al tocar un hilo de la mezcla no se sienta ni un grano de azúcar en la yema de los dedos.
Se traslada la mezcla al bol de la batidora y se bate a velocidad alta durante 10 minutos o hasta que apenas alcance picos duros y esté a temperatura ambiente.
Con la espátula se recorren los lados y el fondo del bol y se comienza a batir de nuevo a velocidad media.
Se va agregando la mantequilla en porciones pequeñas poco a poco.
Una vez agregada toda la mantequilla subir la velocidad y batir hasta que tome consistencia.
Cuando ya tenga consistencia se le puede agregar la esencia de su preferencia y los colores alimenticios.
Se bate finalmente a velocidad mínima unos 5 a 10 minutos más para eliminar burbujas de aire, para que quede super sedosa y para que no tenga demasiado sabor a la grasa de la mantequilla.
Se transfiere a una manga pastelera y se decora al gusto.