Sacar la trufa de la nevera y directamente pasarla a un recipiente para batirla.
Batir a alta velocidad durante un par de minutos hasta que tome consistencia de crema batida. Cuidado de no sobre batir.
Una vez lista la crema, preparar para el montaje un plato cóncavo suficientemente grande.
Sacar el primer bizcocho de la nevera, con una espátula recorrer los bordes y desmoldar sobre un plato.
Retirar el papel de la base del bizcocho y voltear sobre el plato donde se vaya a presentar.
Colocar una capa delgada de crema sobre el bizcocho y luego con manga pastelera hacer un borde con crema.
Rellenar con fresas y colocar un poco de crema adicional en los espacios.
Sacar el segundo bizcocho de la nevera y desmoldar de la misma forma que el primero. Como queremos que la parte más plana quede hacia arriba, se voltea otra vez sobre un plato antes de colocar sobre la primera capa de torta.
Cubrir toda la torta con una capa delgada de crema y refrigerar o congelar durante 20 minutos.
Pasado el tiempo cubrir con una capa más gruesa de crema y pasar la espátula hasta que quede relativamente lisa y bien distribuida.
Con una espátula o cucharilla hacer un remolino en el tope de la torta.
Colocar secciones de fresas por toda la base de la torta.
Con manga pastelera y boquilla de estrella abierta hacer rosetas en la circunferencia del tope de la torta, dejando espacio para colocar fresas estre cada una.
Cortar fresas por la mitad y colocar en los espacios.
Refrigerar al menos 2 horas antes de cortar.