Una vez haya levado la masa, espolvorear un poco de harina sobre la mesa de trabajo.
Transferir la masa a la mesa y estirarla hasta formar un rectángulo de unos 5mm de grosor, retirando al mismo tiempo los gases de la fermentación.
Distribuir la mantequilla sobre toda la superficie de la masa.
Espolvorear la mezcla de azúcar y especias por toda la masa y presionarla un poco con las manos para que se pegue a la mantequilla.
Doblar la masa en tres, como si se estuviera doblando una hoja de papel o una carta.
Enmantequillar y enharinar uno o dos moldes para muffins.
Presionar un poco la masa y dividir en porciones. Yo dividí en 16. (ver notas 4)
Con un cuchillo afilado hacer dos cortes longitudinales a cada porción, dejando un centímetro en la parte superior y hacer una "trenza" con la masa.
Enrollar la masa sobre sí misma, y colocar en el molde para muffins con la parte abierta hacia abajo. (Ver notas 5)
Repetir hasta formar los 16 panes. Si tienen dos bandejas de muffins distribuir 12 en una y los otros 4 en la otra.
Si no, usar una bandeja de muffins y los otros 4 pueden hornearse o bien planos en forma de trenza o enrollándolos y colocandolos en un molde redondo pequeño.
Cubrir con papel film y dejar reposar hasta que doblen su volumen.
Precalentar el horno a 180°C / 350°F.
Una vez los panes hayan levado, remover el papel film y pincelar con una mezcla de huevo y leche.
Llevar a hornear durante aprox. 15 minutos, hasta que se observen los panes esponjosos y dorados.
Sacar del horno y dejar reposar sobre una rejilla durante 10 minutos.
Desmoldar la rejilla y dejar enfriar unos 30 minutos antes de comer.
Si lo desean pueden hacerles un glaseado de azúcar o solo espolvorear con azúcar impalpable.