En un recipiente agregar el queso crema y el queso ricotta y mezclarlos bien con movimientos suaves.
Agregar la maicena y la crema de leche y batir a mano despacio solo para incorporar y hasta que no se vean grumos.
Agregar la vainilla, el azúcar y la sal. Mezclar aún despacio solo hasta integrar.
Agregar los huevos uno a uno, integrando bien el primero antes de agregar el siguiente.
Transferir la mezcla al molde con la base de galletas (ver notas 2).
Llevar la tarta al horno, en la segunda rejilla contando de abajo hacia arriba.
Agregar agua caliente (con cuidado, ya que genera vapor rápido) a la bandeja que se estaba precalentando en el horno.
Cerrar el horno y bajar la temperatura a 150°C / 302°F.
Hornear durante aproximadamente una hora, hasta que los bordes de la tarta estén cuajados pero el centro aún se vea algo movedizo o gelatinoso.
Retirar del horno y dejar enfriar completamente a temperatura ambiente.
Refrigerar por al menos 4 horas, idealmente de un día para otro.
Al día siguiente, desmoldar y disfrutar.